jueves, 15 de octubre de 2009

La Señora Felicidad y su familia.

Una de las lecturas elgidas para introducir a los Cooperadores al encuentro del día domingo 18 fué la siguinte:

Yo soy parte de la vida de aquellos que creen que ayer es pasado, mañana, futuro, y hoy es un ‘regalo’, por eso es llamado “presente”. Formo parte de la vida de aquellos que creen en la fuerza del Amor, de esos quienes creen que para una historia bonita no hay punto final.

Estoy casada, ¿Lo sabían? Estoy casada con el Tiempo. iAh!, mi marido es lindo! El es responsable de la solución de tantos problemas. El reconstruye los corazones, cura heridas, y vence la Tristeza. Juntos, el Tiempo y yo, tuvimos, tres hijos: La Amistad, la Sabiduría y el Amor. La Amistad es la hija mayor. Una muchacha linda, sincera, alegre. Ella brilla como el sol. La Amistad une a las personas, nunca pretende herir siempre consolar. La del medio es la Sabiduría. Culta, integra... siempre fue la más apegada al padre, el Tiempo. La Sabiduría y el tiempo andan siempre juntos. El menor es el Amor. iAh!, cuánta guerra me da! Es terco; a veces sólo quiere vivir en un lugar. Yo vivo diciendo: “Amor, usted fue hecho para vivir en dos corazones, no en uno”. El Amor es complejo, pero es lindo, muy lindo. Cuando él comienza a hacer estragos y perjuicios yo llamo a su padre, y pronto el Tiempo sale a cerrar todas las heridas que el Amor abrió”. Después de leer estos párrafos, y recordando a aquella hermosa pareja en el cuarto de hospital, me doy cuenta de que ¡el amor sigue vivo!, y por lo mismo, también la Esperanza en una vida mejor.

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